Emprendí un viaje de más de 4 años de terapia personal, trabajando mi mente y, llevo ya más de 5, formándome en psicología y neurociencia y trabajando con mis clientes su relación con la alimentación.
El TCA me trajo uno de los mayores regalos de mi vida y estoy muy agradecida de haber podido pasar por todo ese proceso porque…
– Me permitió conocerme mejor.
– Aprendí a trabajar mi mente y mi felicidad.
– Soy mucho más feliz ahora que antes del TCA.
– He crecido brutalmente como profesional, porque mi carrera ha dado un giro espectacular, antes me dedicaba a la nutrición deportiva y al entrenamiento, y ahora entiendo perfectamente las preocupaciones de mis clientes en referencia a este tema, porque experimente en mí misma lo que me contaban mis clientes, además de haber gozado de la confianza y oportunidad de trabajar con cientos de personas con problemas con su alimentación estos últimos 5 años y poderlos ayudar a mejorar esa relación.
Así que, como te cuento… Mi historia tiene un final feliz, disfruto de mi camino día a día, sin preocuparme de mi destino porque siento que ya estoy en él.