*Estos mensajes son de mujeres reales que han pagado por alguno, varios o todos mis programas.
Ellas no ganan nada por recomendarme. No trabajo afiliados, son cosas que han dicho porque les ha apetecido. No me recomiendan porque ganen dinero, ni les he dado un regalo porque hablen bien de mí.
Cristina me deja embobada… La conocí hace años y ella siempre cuenta:
“No me creía nada de lo que me decía Laia ¿Adelgazar sin batidos y comiendo? ¿Quererme yo a mi misma?“
Creo que la volví un poco loca con alguna de mis ideas que le hacían estallar la cabeza después de estar tantos años metida en el mundo “dietas”.
Recuerdo un verano que hacíamos sesiones privadas al aire libre en plena naturaleza y me decía “Pensarás que estoy loca, pero es que no soy capaz de sentir ni el aire que me entra por la nariz ¿Dónde vamos a hacer las sesiones dentro de 3 meses cuando ya haga frío otra vez?“.
Me hacía mucha gracia, porque vivía siempre a un año vista, sin acordarse a veces del momento presente.
En abril de 2020 empezó el programa re-Conexión y dejó este testimonio
Hola, me llamo Cristina y siempre he tenido problemas con la comida.
Soy comedora compulsiva. Me he pasado la vida haciendo dietas, gastándome un montón de dinero y muchísimo tiempo perdido. Todo funcionaba en el momento, perdía Kg, pero luego recuperaba todo y más.
Vivía frustrada, enfadada, infeliz, todo me molestaba. Todos los días empezaba dietas, siempre en busca de algo nuevo y milagroso, y nada funcionaba, porque el milagro era yo.
Sí, sí, el milagro soy yo. En estar tan desesperada por perder quilos me apuntaba a todo.
Conocí a Laia, el milagro de mi vida.
Me ofreció el programa reconexión y allí fue donde empecé yo a reconectar conmigo misma, allí fue donde me doy cuenta de que nutrición no es comer, nutrición es otro mundo, un mundo maravilloso que te hace feliz, que descubres cosas que te nutren.
Me encantaría que la gente conozca lo que es la palabra Nutrición.
Yo no sabía lo que es eso, hasta que he hecho el programa Re-Conexión. Conocí a mi niña interior, he hecho las paces con ella, para poder caminar juntas de la mano con ella. He descubierto que las cosas que yo odiaba, y que me hacían mucho daño, no eran malas, al revés, eran cosas buenas, que me enseñaron un montón de cosas bonitas, pero yo no los veía. Mi vida cambió mucho desde que hice el programa.
Disfruto más de la vida, soy más agradecida, me nutro con el sol, las duchas, los árboles, las flores y un montón de cosas que antes estaban allí, pero yo no las veía. Conecto conmigo, cosa que no lo he hecho nunca.
Las emociones antes no la sabia gestionar, todo lo pagaba con la comida, en cambio ahora gestiono mis emociones y no lo pago con la comida.
Me siento feliz, soy feliz.
Lo volvería a hacer, una y otra y otra vez más, porque gracias al programa yo soy una persona nueva.
Aprendí lo que es nutrición.
Cristina.
Cristina sigue trabajando en ella en mi membresía de “La Tribu”, es una gran fuente de inspiración para las chicas nuevas que van llegando y nos deleita con sus aprendizajes y avances que cada vez son más increíbles.
Realmente echo la vista atrás recordando todo su proceso y me siento muy afortunada de que me eligiera para que yo la acompañara.
En enero de 2021, después de una de mis clases gratuitas en abierto me mandó uno de sus fantásticos audios que me ponen la piel de gallina.
Y me dio permiso para que lo publicara.
En uno de sus últimos mensajes me decía:
Soy Felizzzz, muy Feliz y gestiono muy bien todo el tema de la comida.
Lo muchísimo que había sufrido yo porque no sabía qué pasa conmigo, no sabía el por qué mi cuerpo necesita comer y comer y comer.
¿¿Dónde estoy yo ahora??
Después de un año y pico, estoy en una nube, más feliz que nunca, jamás pensaba yo que se puede vivir sin tanto sufrir.
Gracias Laia, gracias por crear este magnífico Programa, que a mí me cambió la vida, dejé de sufrir, ya no sufro y cada día descubro cosas nuevas sobre mí y me doy cuenta de lo maravilloso que es vivir, sentir, disfrutar de cosas muy pequeñas…
Recuerdo el primer día que hablé con Mª José. Era poco después de que nos dejarán empezar a salir (después de la cuarentena) y me llegó un mensaje privado que decía: “creo que hoy nos hemos cruzado paseando”.
Le contesté que la próxima vez me parara a saludar, porque me gusta mucho conoceros en persona.
Y poco después tuve esa oportunidad, la de conocerla en persona, pero con mayor fortuna aún, porque ella había decidido que quería que la acompañara a hacer un cambio en su vida.
Ella ya había empezado a hacer cambios en su alimentación, en el ejercicio… y recordando la primera conversación en persona que tuvimos, creo que sus expectativas de los resultados estaban muy lejos de lo que terminamos consiguiendo.
Unos meses después de empezar con las sesiones individuales, en el verano de 2020 quiso entrar al Programa Re-Conexión, y al salir me mandó este email para que lo publicara:
Para mí realizar el “Programa Re-Conexión” ha sido la mejor inversión que he hecho en mi vida hacia mi persona. He aprendido tantas cosas que estaría aquí todo el día escribiendo.
Al inscribirme en el programa ya he tomado acción, es el primer paso que he tomado para llegar a mí objetivo. He aprendido a actuar, a pensar desde el amor hacia los demás y hacia mí misma, ésta sobre todo, no sabía lo que significaba, ya lo comentamos en varias ocasiones.
He aprendido a conocerme, a saber quién soy realmente, no la persona que quieren ver los demás o esta sociedad.
He aprendido a sonreír más, a ser agradecida, a trabajar la felicidad, a identificar las emociones y sentimientos que despierta en mí la comida, a ser consciente de ello, a diferenciar hambre emocional de la fisiológica y actuar en consecuencia con las herramientas facilitadas y llevando a cabo las nuevas conductas automáticas que he implantado en mi día a día y,
Sobre todo a generalizar todo lo que he aprendido en el programa a todas las facetas de mi vida, con la familia, en casa, en el trabajo… gracias a mi objeto de anclaje y las acciones que voy diariamente realizando para ponerlas en práctica.
Por todo esto y mucho más, recomendaría a otras chicas que SÍ o Sí realizaran este programa de reconexión.
Te cambia la vida por completo.
Siendo conscientes de que es un trabajo continuo y que hay que tomar acción para poder llegar a nuestros objetivos y al inscribirnos en el programa, ya estamos haciéndolo, es el primer paso que damos para llegar a ellos y desde luego que se llega, sin lugar a dudas.
Si quieres… se puede. ¡Inscríbete! 😉
¡¡Muchas gracias Laia!!
Un besazo.
Mª José.
A Elena la conocí una mañana de finales de febrero,
estuvimos hablando como un par de horas en las que me contó su historia mientras le hacia un huevo de preguntas incómodas
y nos pusimos manos a la obra.
Hubo algo especialmente que se me quedó grabado de ese día cuando nos despedíamos.
Cuando confiamos en alguien para que nos acompañe con nuestros problemas y preocupaciones,
queremos estar seguras de que esa persona va a poder hacer un buen trabajo con nosotras.
Y eso Elena lo tenía muy claro. Eso es lo que me transmitió.
Como si de una auditora que venía a evaluar mi trabajo se tratara (cosa que me encantó),
antes de irse y después de una pausa en la que se nota que vas a elegir muy bien las palabras que vas a decir,
de forma seria, pero transmitiendo mucha sinceridad me dijo:
“He pasado por muchos profesionales antes: Psicólogos, Nutricionistas, Médicos…
Me ha gustado nuestra sesión de hoy, porque se nota que sabes de lo que hablas”.
Y de echo mis sensaciones no fueron desacertadas,
porque esto es lo que me compartió Elena al terminar con el Programa Re-Conexión (mi programa de trabajo principal)
para que lo compartiera:
Soy Elena. Tengo 54 años y he tenido problemas de trastornos con la comida desde los 25 años.
He pasado por tantas probatinas y profesionales que he perdido la cuenta: Nada ha funcionado.
Me he vuelto francamente muy escéptica.
De hecho, desde que pensé en llamar a Laia hasta que lo hice pasaron meses, creo que un año o así.
El programa de Re-Conexión ha supuesto para mí por primera vez la ilusión, la implicación en trabajar yo misma en mi solución y, sobre todo, en creer que por fin puedo lograr lo que no he logrado en todos estos años.
No hay soluciones milagrosas, pero desde que hice el programa mi vida ha mejorado mucho, mi salud, mi energía, mi ánimo, mi control.
No es un programa de dietas, va mucho más allá, al fondo de nosotras mismas, y Laia y la red de trabajo que teje son muy potentes, nunca había trabajado con nadie así ni de esta forma.
Estoy encantada.
Y el compartir con otras personas con problemas similares es un gran apoyo.
¡Ánimo a las chicas que se decidan a empezar a trabajar en reconectarse! Para mí encontrar este programa y a Laia ha sido una suerte.
Elena también es una de las mujeres preciosas que están en La Tribu (mi Membresía Terapéutica)
Nos mandó este mensaje cuando llevaba unos meses en ella:
Yo de la Tribu principalmente me llevo ilusión y creerme por fin, después de muchos años, que puedo llegar a alcanzar en algún momento mis objetivos.
Después de muchos fracasos y de ver que nadie, en realidad, toma en serio los trastornos de la alimentación, a no ser que sean límites, como una anorexia o una obesidad mórbida o muy llamativa, creo que con el enfoque combinado de varios campos que trabaja Laia, sus talleres, amplia experiencia y preparación y especial sensibilidad al tema hay una salida.
En muy poco tiempo he mejorado mi alimentación sin hacer dietas estúpidas ni poco realistas, adaptándome a mi realidad. Tengo más energía y más positividad.
El sufrimiento de vivir un trastorno de este tipo en soledad desaparece con el grupo, con la Tribu.
No importa si somos más jóvenes o más mayores, si tenemos un tipo de vida u otro, si vivimos en un pueblo o una ciudad, etc.
Tenemos un lazo común y eso es importante. La Tribu nos ha dado la oportunidad de conocer a otras personas que no hubiésemos conocido de ninguna otra manera y es fantástico.
El apoyo está ahí y la libertad para compartir o no de cada una también. Todo está bien.
Me llevo la ilusión, un enriquecimiento tremendo, mucha alegría, positividad y crecimiento en áreas que no tienen nada que ver con la comida.
Y esto es solo el principio…
A una mujer que esté en mi misma situación le diría que no dudara en entrar en la Tribu.
Cada persona del grupo es un mundo y aporta experiencias muy interesantes.
Todas aprendemos y crecemos.
Es una oportunidad de lujo poder relacionarse con mujeres con tus mismos problemas e inquietudes. Seguro que va a estar bien.